Te dejamos algunos consejos generales para la limpieza de cristales:
- Preparación: Antes de empezar, asegúrate de tener todos los materiales necesarios como una rasqueta de goma, bayeta atrapa polvo o una trapo viejo de algodón, y tu solución de limpieza preferida.
- Soluciones de limpieza: Puedes usar una mezcla de agua con un chorro de jabón lavavajillas y otro de amoníaco, o una solución de una parte de vinagre blanco por cuatro partes de agua y bicarbonato (opcional) para una opción más ecológica.
- Técnica de limpieza: Limpia siempre de arriba hacia abajo para evitar que el agua chorree por las zonas ya limpias. Rocía el limpiacristales directamente sobre el cristal o en un paño o esponja, y luego pasa la rasqueta de goma.
- Secado: Para evitar marcas, limpia el interior y el exterior con distintos movimientos: uno en vertical y el otro en horizontal. Seca con un trapo que no suelte pelusas o con un trapo viejo.
Recuerda limpiar en días nublados para evitar que los cristales se sequen demasiado rápido y dejen marcas. Y si utilizas amoníaco, ten en cuenta que es eficaz pero contamina, así que úsalo con precaución y considera alternativas más amigables con el medio ambiente